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Mesa redonda entre entidades durante la presentación del estudio sobre discapacidad y soledad no deseada en España

Participantes de la mesa redonda

Alianzas, accesibilidades y derechos frente a la soledad 

Durante la jornada de presentación del estudio de discapacidad y soledad no deseada, el Observatorio SoledadES celebró una mesa redonda que reunió a representantes de siete organizaciones del ámbito de la discapacidad, los cuidados y la salud mental. El encuentro fue moderado por Pilar Villarino, directora ejecutiva del CERMI y secretaria del Patronato de la Fundación CERMI MUJERES, y contó con la participación de: Imelda Fernández, vicepresidenta cuarta de Servicios Sociales y coordinadora global del programa “A tu lado siempre”; Roberto Suárez, presidente de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE); Carmen Laucirica, presidenta de Plena Inclusión España; Anxo Queiruga, presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE); María del Carmen Sacacia, presidenta de la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS); Rafaela Chounavelle, secretaria de la Confederación ASPACE y Presidenta de Acpacys Córdoba; y Nel Anxelu González, presidente de la Confederación de Salud Mental España. 

El diálogo puso el enfoque en que la soledad no deseada, en el caso de las personas con discapacidad, es un fenómeno estructural que atraviesa dimensiones sociales, económicas y culturales, y que exige respuestas colectivas y coordinadas.  

Detrás de cada cifra, una historia 

Imelda Fernández recordó que detrás de cada número del estudio hay una historia de vida, una oportunidad y una persona que necesita apoyo.  

Explicó entonces que los servicios de la ONCE atienden cada año a más de mil personas en situación de soledad no deseada, con programas de prevención, acompañamiento y bienestar emocional como A tu lado siempre. 

En esta línea, dijo que las alianzas y el trabajo en red son esenciales; ya que no se puede abordar la soledad desde la individualidad, sino desde la comunidad.  

Fernández destacó, además, la importancia de la accesibilidad digital, recordando iniciativas como ONCErca o el Botón de la ONCE, que ofrecen acompañamiento a personas mayores con dificultades tecnológicas.  

Derecho a comunicarse e identidad 

Por su parte, Roberto Suárez habló sobre la doble vulnerabilidad que viven las personas sordas, al enfrentarse tanto a barreras de comunicación como a la falta de recursos adaptados.  

Durante la primera intervención, hizo un ejercicio para mostrar cómo, aún rodeado de personas, pueden llegar a sentirse solos por no compartir la lengua. 

Suárez reivindicó la plena aplicación del Real Decreto 674/2023 y la Ley 27/2007 que garantizan el derecho a la comunicación en lengua de signos. También pidió que esta lengua se enseñe como asignatura en los colegios, reforzando la identidad cultural y lingüística de las personas sordas. La lengua de signos no es un favor, es un derecho a comunicarse. Para esto, aplicar la ley es garantizar la participación y la cohesión social.  

La soledad cognitiva: comprender y ser comprendido 

Carmen Laucirica abordó la soledad que viven las personas con discapacidad intelectual y sus familias, una soledad ligada a la falta de accesibilidad cognitiva y al escaso reconocimiento social.  

Señaló que las personas con discapacidad intelectual pueden vivir aisladas, incluso cuando están acompañadas si no existe accesibilidad cognitiva.  

Laucirica subrayó la necesidad de reforzar los apoyos desde la infancia y de promover entornos donde las personas puedan comunicarse, decidir y participar activamente en su comunidad.  

Autonomía, apoyos y participación  

En esta mesa redonda, Anxo Queriuga señaló que la soledad no deseada no es un fenómeno individual, sino el resultado de barreras estructurales que limitan la participación social y la autonomía personal.  

Además, remarcó que las personas con discapacidad son ciudadanos sin etiquetas. Necesitan políticas públicas que reconozcan derechos y garanticen apoyos personalizados.  

Queiruga insistió en que invertir en asistencia personal, accesibilidad universal y programas de investigación con enfoque interseccional es clave para reducir el aislamiento y promover una vida independiente.  

Escuchar, participar y prevenir  

María del Carmen Sacacia alertó sobre la relación entre pérdida auditiva y aislamiento social.  

En línea con lo expuesto por Roberto Suárez, mencionó que no se trata de estar acompañado, sino de poder comunicarse y participar. Señaló que la sordera, muchas veces invisible, afecta tanta a mayores como a jóvenes, y pidió reforzar la detección precoz y la cobertura pública de audífonos más allá de los 26 años.  

Esto porque la sordera no es solo un problema entre los adultos mayores, 1 de cada 2 jóvenes está en riesgo de presentar pérdida de audición por sobreexposición al ruido. El volumen alto es un factor importante en la pérdida auditiva, pero la hiperconectividad, el ruido constante y el abuso de auriculares también generan aislamiento. Hay que prevenir antes de que aparezca la soledad.  

Familias y redes apoyo  

Rafaela Chounavelle habló en nombre de las familias de personas con parálisis cerebrales, subrayando que la accesibilidad y la participación social siguen siendo grandes desafíos. Las personas con pluridiscapacidad se enfrentan no solo a barreras físicas, sino también a miradas que subestiman sus capacidades.  

Pidió una estrategia estatal que ponga las políticas públicas de lado de quienes más alas necesitan, y destacó el papel del ocio inclusivo y de los programas comunitarios para fortalecer la autoestima y la autonomía.  

Soledad y salud mental 

Por último, Nel Anxelu González recordó que la relación entre soledad y salud mental es bidireccional: la soledad aumenta el riesgo de depresión y suicidio, y los problemas de salud mental incremental la probabilidad de sentirse solo.  

Según el Barómetro de la soledad no deseada en España el 43% de las personas que se sienten solas ha tenido pensamientos autolesivos o suicidas. González pidió que los servicios de atención sean accesibles, empáticos y comunitarios, y que se reconozca la soledad como un factor clave de salud pública.  

Dijo también que debemos entender la sociedad como una red de apoyo donde descansar del sufrimiento, aliviar nuestros miedos y proyectarnos hacia un horizonte de igualdad, bienestar y plenitud. 

Tejer alianzas para transformar la realidad 

Las intervenciones coincidieron en la necesidad de trabajar de forma coordinada entre administraciones, entidades y ciudadanía, promoviendo la accesibilidad universal, los apoyos personalizados y la participación activa de personas con discapacidad.  

El mensaje común fue claro: la soledad no deseada en las personas con discapacidad no es un problema individual, sino un reto colectivo que interpela a toda la sociedad.  

En este sentido, las personas con discapacidad piden igualdad de oportunidades para relacionarse, decidir y vivir en comunidad.  

PromotorFundación ONCE, Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada - SoledadES

Tipo de promotor

  • Entidad social

Ámbito geográficoEstatal

LugarEspaña

Año

  • 2025

Tipo de contenido

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