Publicado: de
Modificado: de
Evento de presentación del decálogo de políticas públicas de soledad no deseada

El viernes 13 de junio de 2025, presentamos el Decálogo de características de las políticas públicas de soledad no deseada. El acto tuvo lugar en el patio central de la FEMP, en una jornada que reunió a representantes institucionales, profesionales y organizaciones sociales.
En el evento, conducido por Lourdes Márquez, participaron Cristina Montalvá Medina, José Luis Martínez Donoso, María Rosa Martínez Rodríguez y Matilde Fernández. Además, se celebró una mesa redonda moderada por Juan Ignacio Vela Caudevilla, con la intervención de Javier de Frutos, Magda Orozco, Elisa Lillo y Mercedes Gallego.
El documento presentado propone diez claves fundamentales para impulsar políticas públicas que respondan de forma eficaz al fenómeno de la soledad no deseada. Las recomendaciones van desde la inclusión transversal del tema en todos los ámbitos de intervención, hasta la promoción de la colaboración entre actores públicos, sociales y comunitarios. También se subraya la importancia de la innovación, la experimentación y la escucha activa para adaptar cada acción a los diferentes contextos y realidades.
El Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada es un espacio común desde el que administraciones, expertos, organizaciones sociales y ciudadanía colaboran para afrontar uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo, fortaleciendo redes, generando conocimiento crítico y construyendo soluciones colectivas frente a un desafío que afecta a toda la sociedad.
4 claves para guiar las políticas de soledad no deseada
Tanto la presentación del decálogo como la mesa redonda dejaron lecciones importantes sobre las claves para guiar las políticas públicas de la mejor manera.
1.Un esfuerzo colectivo con vocación transformadora
El decálogo nace de un proceso de trabajo colaborativo, alimentado por experiencias, aprendizajes y debates compartidos. También se apoya en la evidencia generada por instituciones y profesionales comprometidos.
Como expresó Matilde Fernández, “estamos ante un esfuerzo colectivo que refleja el compromiso de todos los actores implicados”.
“No se trata de una simple declaración de intenciones”, como subrayó José Luis Martínez Donoso, sino de “una herramienta, una hoja de ruta que aspira a convertirse en brújula, marco de referencia y guía flexible para todas aquellas entidades y administraciones que deseen impulsar políticas públicas más humanas, eficaces y conectadas con la realidad”.
En palabras de Javier de Frutos, el decálogo “es un punto de partida que viene a recoger debates de distintos foros, crear un suelo común del que partimos todos”.
La soledad requiere una respuesta coordinada, integral y adaptada a múltiples realidades. Mercedes Gallego lo resumió así: “Elaborar un marco estratégico de soledades nos permite atender esta cuestión de manera articulada, reconociendo su dimensión local, su impacto en derechos y su intersección con el género o la discapacidad”.
Elisa Lillo recordó que “la soledad no deseada debe tratarse como un problema de salud pública”. María Rosa Martínez añadió que también se trata de una cuestión que afecta “a la cohesión social, la calidad democrática y la calidad de vida”.
Cristina Montalvá sintetizó la responsabilidad de las administraciones en su dimensión política cuando hablamos de soledad, afirmando que “cuidar no es un gesto menor, es hacer política con mayúsculas”.
2. Una herramienta con una mirada amplia, operativa y sostenible
El decálogo busca dar continuidad en el tiempo a las respuestas públicas frente a la soledad. Sirve como guía para su puesta en práctica, la identificación de buenas prácticas y la coordinación entre distintos niveles y áreas de gobierno.
Para lograrlo, parte de lo que ya existe: recursos, aprendizajes y estructuras disponibles. Como mencionó Elisa Lillo, “es importante hacer un inventario de recursos, saber qué tenemos y qué desconocemos que tenemos”. Así, el documento también recoge el valor del conocimiento compartido y la innovación continua: “No hay que tener miedo a evaluar, a cambiar, a rectificar”, añadió.
Este enfoque promueve una mirada integral: desde la infancia hasta la vejez; desde lo individual hasta lo comunitario; desde la evidencia hasta la acción.
3. Construir en red: una condición imprescindible
Las soluciones no vendrán nunca de una sola institución. La clave está en las alianzas, en compartir conocimiento y superar barreras entre administraciones.
Magda Orozco expresó con claridad que “hay que ser generoso con el conocimiento, ponerlo al alcance de todos, y evitar volver a empezar desde cero”.
Por eso, el uso de conectores sociales y el trabajo colaborativo entre administraciones se presentan como buenas prácticas ya en sí mismas. Mercedes Gallego compartió la metodología de trabajo colaborativo que desde el IMSERSO se viene impulsando en materia de soledad no deseada, colaborando con distintas administraciones, actores de la sociedad civil, plataformas de expertos y otros actores como el Observatorio SoledadES.
El trabajo en red permite adaptar las políticas a los distintos contextos territoriales, responder a necesidades concretas y construir desde la cercanía y la presencia en lo cotidiano. Así lo explicó Elisa Lillo, recordando la importancia de actuar desde los entornos locales.
4. Un compromiso con el presente y el futuro
La soledad tiene múltiples rostros. Uno de ellos, el de las mujeres. Otro, el de la juventud. Como recordó Matilde Fernández, un 12,5% de los jóvenes afirma no saber a quién acudir si necesita ayuda. “El trabajo por hacer está claro: hay que dar esas herramientas”, afirmó.
En definitiva, el decálogo nos propone una forma de trabajar: desde la evidencia, la colaboración, el enfoque comunitario y la sostenibilidad. Un proceso vivo, documentado, que sirve para construir una política pública más eficaz, más cercana y humana.
Como mencionó Javier de Frutos, “el reto del futuro consiste en conectar todas las cuestiones en una colaboración virtuosa. Que la administración se nutra del conocimiento de la academia y los profesionales, y que el sistema se retroalimente. Que la mejora se entienda como una propuesta colectiva”.
El Decálogo de características de las políticas públicas de soledad no deseada ya está disponible para consulta y descarga en la web del Observatorio. Invitamos a administraciones, entidades, profesionales y ciudadanía a conocerlo, compartirlo y utilizarlo como guía práctica para transformar nuestras respuestas frente a la soledad.
Porque solo desde la colaboración, el conocimiento compartido y el compromiso sostenido podremos construir comunidades más conectadas, cuidadoras y justas.
PromotorFundación ONCE, Grupo Social ONCE, FEMP, Secretaría de Estado de Derechos Sociales
Tipo de promotor
- Empresa/fundación empresarial
- Administración
Ámbito geográficoEstatal
LugarEspaña
Año
- 2025
Tipo de contenidoEvento