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Modificado: 02 Diciembre de 2022

Buenas prácticas contra la soledad de las personas jóvenes

Mientras que es habitual relacionar soledad y personas mayores, la realidad es que la soledad se nos puede presentar a todos y en cualquier momento de nuestras vidas. La soledad no deseada tiende a presentarse en periodos de transición vital importantes. Es por esto que se suele decir que tiene afección en V, porque se intensifica en los años de juventud y vejez. Así lo apuntó la académica Noreena Hertz en el evento de lanzamiento del Observatorio SoledadES en abril de 2022.

Es por esto que la primera Jornada de Soledad se ha dedicado a estudiar la soledad de las personas jóvenes,Este enlace abre en ventana nueva un grupo que hasta ahora se ha pasado por alto en los estudios de soledad en nuestro país. En España, el 16% de los jóvenes entre 16 y 39 años sienten soledad no deseada. Un dato sorprendente, extraído del Informe de percepción social de la soledad no deseada, impulsado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada - SoledadES y amplificado por el Primer Informe sobre Soledad no deseada publicado por la Cruz Roja de Cataluña, en el que se apunta a que el 80% de la juventud catalana siente soledad en algún grado. El 22% de las personas encuestadas entre 18 y 29 años dice sufrir soledad severa (14,56%) o muy severa (7,59%).

Cuando se trata de pedir ayuda, el 61 % de las personas jóvenes creen que la soledad está estigmatizada de acuerdo con el informe Young People and the Loneliness Pandemic (La juventud y la pandemia de la soledad) realizado en 2021 en el Reino Unido con jóvenes entre 16 y 25 años. En el caso de la soledad no deseada, en el que la detección en la propia persona es compleja, el silencio autoimpuesto la dificulta aún más. La desestigmatización de la soledad no deseada es una necesidad en esta etapa del trabajo.

Factores de riesgo

Las personas jóvenes se encuentran en una constante búsqueda de identidad, de definición de nuestro futuro. Algo que nos crea una incertidumbre constante y recurrente y que puede llegar a generar ciertos sentimientos de soledad no deseada.

Dentro del colectivo de la juventud, hay diferentes factores de riesgo que pueden propiciar que el sentimiento de soledad aparezca o se intensifique, como, por ejemplo:

  • La discapacidad
  • La maternidad adolescente
  • La juventud migrante
  • Las enfermedades de larga duración o cronificadas
  • La pertenencia a familias desestructuradas
  • La pertenencia al colectivo LGTBIQIA+
  • El desempleo o empleo no de calidad
  • El rechazo recurrente en la búsqueda de empleo
  • La hiperconectividad y el ciberacoso

En definitiva, cuando se habla de personas jóvenes y soledad, la atención debe estar en unas realidades de acoso infantil y de adolescente en la escuela, de entornos de suicidio en los que los propios compañeros empujan a acabar con la propia vida, jóvenes que viven en pequeños municipios y tienen una posibilidad mermada de establecer relaciones entre iguales, jóvenes con discapacidad y jóvenes en situación de vulnerabilidad económica y social.

Paliar la soledad de la juventud

La recomendación de las experiencias invitadas al Seminario de Juventud y Soledad es abordar las situaciones de soledad de las personas jóvenes con un lenguaje que comunique en positivo. Es decir, en lugar de preguntar si una persona se siente sola, ofrecer consejos para profundizar en las relaciones que se perciben como superficiales o recomendar algunos trucos para desarrollar las habilidades sociales. De esta manera, se puede trabajar la gestión de las emociones desde el empoderamiento, evitando que aparezcan sentimientos como vergüenza o remordimiento.

Dotar a las personas jóvenes de herramientas contra la soledad es uno de los elementos centrales de las iniciativas dirigidas a este grupo de edad. En este caso, aplica el dicho “la experiencia es un grado”. Mientras que las personas mayores cuentan con toda una serie de vivencias de las que extraer aprendizajes, las personas jóvenes enfrentan la soledad desde la inexperiencia vital. Por ello, las iniciativas de educación emocional, desarrollo de habilidades sociales proporcionan aprendizajes que contribuyen a una mejora de la resiliencia ante la soledad.

En este aspecto, también son de utilidad las iniciativas de convivencia intergeneracional, que proporcionan un espacio de generación de un nuevo hogar con una persona desconocida, en una situación vital lejana, pero en una situación similar. A través del acompañamiento mutuo frente a la soledad, se da pie a la creación de vínculos que permitan la transmisión de aprendizajes y herramientas frente a la soledad entre jóvenes y mayores, proporcionando un vínculo profundo y significativo entre dos personas que, de otro modo, no se habrían conocido.

Aprendizajes, reflexiones finales y buenas prácticas

  • Las personas jóvenes sucumben a una hiperconectividad fomentada por las redes sociales que, por una parte, les reportan una fuente de gratificación instantánea, pero por otra son también un canal directo para el acoso escolar.
  • Se deben poner en marcha programas dirigidos específicamente a personas jóvenes, como se hace en Países Bajos a través de Join Us: una entidad dirigida a la soledad de la juventud. En España hay un camino por recorrer en este sentido.
  • La soledad no deseada se identifica tradicionalmente como una afección que afecta a las personas mayores, pero la juventud también es uno de los colectivos más afectados. En los primeros meses de la pandemia, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 25 años en soledad aumentó del 9% al 35%. Los adultos jóvenes eran el grupo más solitario, con niveles incluso más altos que los que presentaban las personas mayores antes de la pandemia.
  • La población joven que no estudia ni trabaja tiene un mayor riesgo de sufrir soledad, dada su situación de vulnerabilidad ante una etapa de grandes cambios vitales, en la que hay que tomar decisiones importantes.
  • El 61 % de las personas jóvenes creen que la soledad está estigmatizada. Cuando se trata de la soledad no deseada, las personas jóvenes tienen una alta predisposición a participar en actividades destinadas a paliar la soledad. Sin embargo, estas mismas personas dicen sentir vergüenza al pensar en pedir ayuda a otros o reconocer su propia soledad.
  • Cuando se trata de abordar las situaciones de soledad de las personas jóvenes, es recomendable emplear un lenguaje positivo, evitando los juicios o valoraciones.
  • Las iniciativas intergeneracionales proporcionan un espacio de generación de vínculos únicos entre personas que, de otra manera, no se hubiesen conocido, a pesar de vivir un sentimiento parecido.
     

Esta publicación nace del Seminario de Juventud y Soledad celebrado por el Observatorio Estatal de la Soledad No deseada – SoledadES el día 27 de octubre de 2022, con la colaboración de SOLIDARIOS para el DesarrolloEste enlace abre en ventana nueva, que presentó su iniciativa CONVIVE, así como dos entidades de España y Países Bajos especializadas en el trabajo con la juventud y con experiencia en iniciativas contra la soledad no deseada. Estas son: Cruz Roja Juventud y Join Us.
 

PromotorSoledadEs – Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada

Tipo de promotor

  • Entidad social

Ámbito geográficoEstatal

LugarEspaña

Año

  • 2022

Tipo de contenidoDocumentos y multimedia

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