Aprendizajes de las Jornadas de Soledad No Deseada 2022

«La soledad es fruto de pérdidas familiares y sociales y por eso se necesitan reconstruir nuevas redes o revitalizar viejas redes para conseguir que esos sentimientos subjetivos pero que es un problema social, pues se haga frente a ello»

 – Matilde Fernández, Presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada – SoledadES, en la Clausura institucional de las Jornadas de Soledad No Deseada 2022.

Juventud, comunidad y discapacidad: tres ámbitos clave del trabajo frente a la soledad no deseada

La soledad no deseada es una afección silenciosa con una tendencia creciente. En España, se estima que el 11,6% de la población sufre de soledad no deseada. Ante esta realidad existen iniciativas, políticas y recursos a nuestra disposición para poder hacerle frente. Para conocer todos estos mecanismos que ya están en marcha, el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada – SoledadES ha celebrado las Jornadas de Soledad No Deseada 2022. 

Estas jornadas se han centrado en abordar, a través de tres seminarios online, las acciones contra la soledad que ya están en marcha en los ámbitos de la juventud, la comunidad y la discapacidad. Las experiencias invitadas a participar en estas jornadas han nacido de movimientos sociales, el compromiso de las organizaciones del Tercer Sector y de iniciativas políticas dirigidas a enfrentar el reto que la soledad no deseada supone en España y en Europa.

La soledad es un problema silencioso y difícil de reconocer a ojos de los demás, pero también a los de uno mismo. Una parte importante del proceso de identificación e intervención la conforman: la sensibilización social, la desestigmatización de la soledad, los vínculos vecinales y la actuación de los servicios sociales de proximidad.

En estas jornadas pudimos indagar en algunas de las buenas prácticas que están en marcha en nuestro país y a nivel internacional, extrayendo algunas conclusiones de aquello que funciona.

• La soledad no deseada se identifica tradicionalmente como una afección que afecta a las personas mayores, pero la juventud también es uno de los colectivos más afectados.
• La soledad no deseada de las personas jóvenes es un fenómeno todavía poco estudiado y al que se debe prestar atención. El porcentaje de jóvenes entre 18 y 25 años en soledad aumentó del 9% al 35% durante los primeros meses de la pandemia.
• Se deben poner en marcha programas dirigidos específicamente a personas jóvenes, como se hace en Países Bajos a través de Join Us: una entidad dirigida a la soledad de la juventud. En España hay un camino por recorrer en este sentido.
• El apoyo de las administraciones públicas es fundamental en el éxito del trabajo contra la soledad no deseada. Un 72,5% de la población piensa que luchar contra la soledad debe ser una cuestión prioritaria para las administraciones.
• La revitalización de la vida comunitaria es crucial en el trabajo frente a la soledad no deseada. Un 82% de la población considera que la lucha contra la soledad también es tarea de todos. 
• Es fundamental lograr la vinculación de las personas a los recursos y servicios comunitarios. Los programas y acciones deben favorecer que la persona se vincule a su entorno comunitario, como se hace a través del Servicio VinclesBCN.
• La evaluación es clave para garantizar la sostenibilidad de los proyectos, aportando desarrollos y mejoras a los programas y permitiendo su expansión en los territorios.
• La discapacidad es un elemento que se debe transversalizar a todos los servicios públicos que se ofrecen, como son las acciones contra la soledad o los servicios sociales.
• Las mujeres y niñas con discapacidad representan el 60% de este colectivo y están expuestas a la doble exclusión, también por su género.
• La perspectiva de género en la lucha frente a la soledad no deseada es clave. Por un lado, el papel de cuidadoras ha recaído tradicionalmente en las mujeres. Por otro, la esperanza de vida de las mujeres es mayor, y una mayoría de las personas mayores que viven solas son mujeres.
• La soledad no deseada de las personas cuidadoras suele pasar desapercibida.

La soledad no deseada tiene muchas aristas, las soledades son varias y con muchos matices. Como dijo Beatriz Vega, representante de Plena Inclusión, «la soledad es un tema subjetivo y al ser subjetivo y personal, cada persona probablemente necesite una manera o una estrategia distinta de afrontar esa soledad».

En ánimo de difundir los diferentes mecanismos que existen y acciones que se desarrollan, el Observatorio quiere ser un actor clave en la difusión de buenas prácticas, dinamizando espacios de intercambio y análisis entre los diferentes actores involucrados en el trabajo frente a la soledad no deseada con vistas a la innovación y movilización social. Por ello, hemos impulsado este encuentro para profundizar sobre las buenas prácticas que están en marcha y funcionan, la importancia de prevenir, detectar, intervenir y sensibilizar a través de la mirada experta de la sociedad civil organizada, el Tercer Sector y las administraciones públicas para la mejora de la calidad de vida de las personas jóvenes y las personas con discapacidad, a través de la comunidad.