Cuatro recomendaciones para crear políticas públicas de soledad no deseada

Fundamentos para crear políticas de soledad no deseada

El evento de lanzamiento reunió a representantes destacados de Administraciones Públicas, de la sociedad civil y del ámbito empresarial, que debatieron en torno a los retos y claves de las políticas públicas sobre soledad. Estas son algunas de los elementos más destacados.

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1. Incluir ámbitos diversos que ayuden a transversalizar las políticas

La soledad es un problema multisectorial, que debe implicar de forma transversal a todas las áreas de gobierno.

Así, las políticas de soledad se enfrentan a un reto multidimensional, por lo que su respuesta también debe serlo. En la mesa redonda se subrayó la interrelación entre la economía, el bienestar social, la confianza en las instituciones, el impulso de políticas responsables y el cuidado de la salud mental y física.

En España necesitamos avanzar en políticas sobre la soledad no deseada a los diferentes niveles de gobierno. Muchas comunidades autónomas y entidades locales están desarrollando políticas públicas sobre soledad no deseada. A nivel nacional no se dispone todavía de un marco político específico. Aun así, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en colaboración con el IMSERSO, está en proceso de creación de una estrategia nacional de la soledad no deseada.

2. Reconocer el papel protagonista de los municipios y las ciudades

El rol central de los municipios en la lucha contra la soledad está siendo fundamental, centrándose en influenciar el contexto y el entorno cotidiano de las personas. En la práctica, son los municipios quienes están impulsando principalmente el trabajo contra la soledad desde las administraciones. Este es el ejemplo de Barcelona, que cuenta con su propia Estrategia municipal contra la soledad no deseada, así como un plan de acción con 71 medidas y un presupuesto específico.

Algunas comunidades autónomas están acompañando asimismo a sus municipios, estableciendo marcos y acciones específicas a nivel autonómico. Por ejemplo, la Junta de Andalucía, ha incluido la soledad no deseada en el Plan estratégico de personas mayores de la Junta de Andalucía y está desarrollando una serie de acciones de interés.

3. Proporcionar espacios públicos que fomenten la vida comunitaria

Hay una estrecha relación entre la vida comunitaria y la manera en que se organizan las comunidades y lo inclusivas que estas son con las personas.

Por ello, las políticas deben primar la inversión en infraestructuras comunitarias, como biblioteca o parques, apoyar a la sociedad civil y asociaciones de proximidad, e invertir en iniciativas y acciones encaminadas en generar una comunidad más cohesionada e inclusiva. Sobre todo, las ciudades deben ser espacios de convivencia donde nadie se sienta abandonado y se dé lugar a todo el mundo.

4. Profundizar en el conocimiento para crear las políticas necesarias y potenciar su eficiencia

La soledad es un problema creciente, sobre el que existe escasa información y conocimiento. Es necesario disponer de información clave que estudie en profundidad esta situación, para poder tomar decisiones informadas y crear políticas eficientes. 

Vemos iniciativas dentro de la academia, en colaboración con entidades del tercer sector o de la administración. Por ejemplo, la Cátedra Cruz Roja de la Universidad de Santiago de Compostela para el estudio de las personas mayores, en la que se incluye la soledad como objeto de estudio. También vemos la Cátedra para el estudio de la soledad no deseada de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en colaboración con la Cruz Roja Española. Esta misma Universidad está trabajando asimismo con la Junta de Andalucía en temas de soledad no deseada. Fruto de su colaboración, nace el Estudio sobre soledad no deseada en personas de 55+ años en Andalucía y otro estudio aún inédito sobre extrañamiento parental y el efecto que tiene en la soledad de las personas mayores.

Otras claves para abordar la soledad no deseada con éxito

A pesar de la innegable importancia del compromiso efectivo de la Administración Pública en la tarea de atajar la soledad no deseada, la soledad es una cuestión que debe ser abordada por una multitud de actores.  Así, el sector privado y la sociedad civil tienen también un papel clave. Por ello, se debe seguir avanzando conjuntamente, en:

• Sensibilizar a las comunidades, especialmente en relación con la mayor vulnerabilidad de algunos grupos y de la necesidad de priorizarlos en las acciones que se pongan en marcha para paliar la soledad.
• Desestigmatizar la soledad. Es necesario hacer un trabajo en sociedad hacia la desestigmatización de la soledad con el fin de fomentar un debate a nivel nacional sobre la soledad no deseada y cómo abordarla.
• Proponer soluciones innovadoras fomentando la generación de vínculo y el voluntariado. Aquí, el rol de las entidades del tercer sector y las empresas privadas es clave. Algunas acciones que se pueden realizar que se hablaron en la mesa redonda son:
  • Iniciativas de envejecimiento activo como el programa Talento Senior de la Fundación Telefónica, que mantienen vinculadas con la empresa a las personas que se jubilan.
  • Fomentar la participación de personas vulnerables en voluntariados, que no solo las contemplen como beneficiarias de las acciones, sino que promuevan que estas personas sean voluntarias.
  • Permitir las acciones de voluntariado de personas jubiladas que deseen continuar con su actividad económica a un ritmo más relajado después de la jubilación.
• Movilización de la sociedad civil para “recuperar los barrios”, optimizar la manera en la que se organizan las comunidades y lo inclusivas que estas son con las personas.